top of page
Buscar

Los árboles también tienen estrías

Actualizado: 15 mar 2021

Mucho se habla de las estrías en los cuerpos femeninos. Que si son marcas de nuestra fortaleza, que si muestran nuestras batallas, que si son la demostración de lo que nuestros cuerpos pueden llegar a hacer... Yo digo que ya basta. Basta de intentar embellecer algo que no deberíamos, porqué las estrías no dejan de ser marcas de crecimiento, tal y como dice Caitlin Moran en su Moranifesto: "la piel y los corazones se rompen para hacer grandes cosas". Y es que los árboles también tienen estrías, pero nadie habla de ellos como si fueran obras arte.


Ningún cuerpo es perfecto, todas tenemos estrías, celulitis, barriga, los pechos muy separados o las piernas muy juntas. Y, ¿qué? Ya va siendo hora de que dejemos de permitirle al patriarcado que nos diga cómo deberíamos ser, cómo debería ser nuestro cuerpo y cómo deberíamos sentirnos respecto a él. Porqué el hetero-patriarcado y el capitalismo siempre van a hacer que nos veamos mal: demasiado gordas o demasiado delgadas, demasiado bajas o demasiado altas. La función del hetero-patriarcado es despreciarnos, hacernos sentir mal con nosotras mismas, dependientes de la constante aprobación de los hombres que nos rodean, para que así no veamos de lo que somos realmente capaces. Superemos eso. Muchas ya lo han hecho, sigamos su ejemplo.


Dejemos de fijarnos en los maniquís de los escaparates, aquello es plástico, inmóvil, inerte, no necesita alimentarse, no respira ni siente absolutamente nada. Y dejemos de mirar a todas esas modelos de las revistas e Internet, ellas son las primeras que se sienten oprimidas por tener que mantenerse delgadas, jóvenes y guapas, y en el momento que les aparece una arruga que no debería, las rechazan. Eso es lo que quieren que seamos: objetos de placer a la vista de los hombres heterosexuales. Quieren que nos mantengamos perfectas, cuando saben que tal cosa no existe, empezando por ellos (podrían, al menos, bajar la tapa del retrete cuando acaban de hacer pis, no es un esfuerzo enorme que digamos, pero aun así, pocos lo hacen).


Fijémonos en el arte clásico: la Venus de Milo, o las Cariátides del Erecteón en el acrópolis de Atenas. O en el arte Barroco o Renacentista: El nacimiento de Venus de Botticelli, o Las tres Gracias de Rubens. ¿Por qué no volvemos a aceptar las curvas, las arrugas, las barrigas, las piernas juntas, o los pechos caídos? ¿Por qué no podemos aceptar todos los cuerpos por igual? ¿Tan desagradable sería aceptar que nadie es perfecte? Yo creo que no, que más bien seríamos todes mucho más felices.


0 comentarios

Entradas relacionadas

Ver todo

Cómo Caitlin Moran y Deforme Semanal cambiarán tu vida

Descubrí a Caitlin Moran a través de Our Shared Shelf, un grupo de lectura feminista creado por Emma Watson en 2016. Una de sus primeras lecturas fue Cómo ser mujer, un libro medio autobiografía, medi

Publicar: Blog2_Post
bottom of page